lunes, 10 de septiembre de 2012

Virus del Nilo Occidental

El virus del Nilo Occidental (VNO) es un arbovirus aviar, del género Flavivirus, que puede ser mortal en algunas especies de mamíferos, reptiles y aves. Pertenece al complejo o serogrupo de virus de la encefalitis japonesa.
 

Se transmite principalmente a través de mosquitos siendo los pertenecientes al género Culex (culicoides) los más implicados. Las aves son los huéspedes que constituyen el reservorio principal del VNO. El nivel y la duración de la viremia varían según la especie. En regiones endémicas, este virus se mantiene a través de un ciclo enzoótico entre culicoides y aves. Cuando las condiciones ambientales favorecen una elevada amplificación viral, un número significativo de "vectores puente" (mosquitos que se alimentan de aves y mamíferos) se infectan al final del verano y pueden propagar el virus a humanos, caballos y otros huéspedes accidentales. Las aves migratorias pueden transportar el virus a nuevas regiones. En algunas aves, la viremia puede persistir durante más de tres meses y posiblemente contribuir a la supervivencia del virus durante el invierno.
 
La mayoría de los casos clínicos se producen en humanos y caballos. Aproximadamente el 80% de los humanos infectados permanecen asintomáticos; el 20% tiene síntomas similares a los de la gripe. Menos del 1% desarrolla meningitis, encefalitis o parálisis aguda, pero algunos de estos casos son mortales u ocasionan discapacidad permanente. Los signos neurológicos también se observan en algunos équidos y, ocasionalmente, en otros mamíferos. Se han reportado brotes en cocodrilos. Algunas cepas clínicas nuevas del virus del Nilo Occidental parecen ser virulentas. Antes de 1994, la enfermedad se producía esporádicamente en humanos y caballos, o como epidemias relativamente menores en zonas rurales y los signos neurológicos graves eran poco frecuentes en la mayoría de los brotes. Hasta 1999, el virus del Nilo Occidental también estuvo circunscrito al Hemisferio oriental. No obstante, se observaron brotes graves en Argelia, Rumania, Marruecos, Túnez, Italia, Rusia e Israel entre 1994 y 1999 y el virus se propagó a Norteamérica en 1999. Un aumento en la incidencia de enfermedad neurológica y un índice de letalidad más elevado ha sido asociado a estos virus.
Algunas cepas virales recientes también, causan signos clínicos en aves. En consecuencia, la fiebre del Nilo Occidental surge como una preocupación sanitaria significativa, tanto médica como veterinaria, en América, Europa, la cuenca del Mediterráneo y en otras regiones.
 
El hecho de que el número de casos en Norteamérica sea muy superior este año que en 2011, así como su extensión en otros lugares, como Europa, ha causado gran alarma social. El cambio climático es uno de los factores que pueden estar ayudando a la propagación de la enfermedad.
 
Erin Staples, médico epidemiólogo del CDC, le dijo a BBC Mundo que el ‘templado’ invierno, la temprana primavera y el verano caliente están promoviendo la reproducción de los mosquitos que transmiten el virus. "Aunque sabemos que el número de infectados siempre aumenta a mediados de agosto, está claro que el inusual clima ha influido enormemente en la propagación del virus. Si hay más mosquitos se incrementará, potencialmente, el número de personas contagiadas", explicó. "El brote de este año es mucho mayor que el de años anteriores", recalcó. Sin embargo, Staples advirtió que el clima no es la única razón del aumento. "Hay muchos factores que están afectando al número de casos, como la cifra de pájaros que portan el virus y el comportamiento humano".