martes, 11 de octubre de 2011

Ley de Salud Pública: ¿Se cumplirá?

El pasado 5 de octubre se publicó en el BOE Ley 33/2011 General de Salud Pública, tras un periplo de muchos meses de borradores, versiones, cambios a nivel político en el propio Ministerio de Sanidad y en muchas Comunidades Autónomas (CC.AA). Llama la atención el recorte de texto en los sucesivos borradores, desde los 156 artículos a los 61 a los que ha quedado finalmente reducida tras las numerosas alegaciones de CC.AA y organizaciones profesionales y sociales.

En su preámbulo señala que los servicios sanitarios resultan imprescindibles para dar respuesta a los problemas de salud de la colectividad, pues consiguen atenuar los perjuicios de las enfermedades y permiten que se pueda recobrar la salud perdida y mejorar la calidad de vida de las personas enfermas. Pero no es el dispositivo asistencial el principal condicionante de nuestro nivel de salud, la salud se gana y se pierde en otros terrenos: antes del nacimiento pueden producirse exposiciones a distintos factores que de forma indeleble determinen la salud futura, y desde el nacimiento hasta la muerte se van acumulando experiencias vitales positivas o negativas que perfilan la salud. El entorno familiar, la educación, los bienes materiales, las desigualdades sociales y económicas, el acceso al trabajo y su calidad, el diseño y los servicios de las ciudades y barrios, la calidad del aire que se respira, del agua que se bebe, de los alimentos que se comen, los animales con los que convivimos, el ejercicio físico que se realiza, el entorno social y medioambiental de las personas, todo ello determina la salud. Las acciones de gobierno, a cualquier nivel, las intervenciones públicas o privadas, tienen en mayor o menor grado repercusiones sobre la salud. De ahí que el enfoque de la salud pública actual se dirige a conformar acciones que rebasan el ámbito de los servicios sanitarios y por tanto requieren nuevas formas de organización.



Si en lo referido a Salud Pública y sus profesionales no se han desarrollado nunca en su totalidad, o directamente no se ha cumplido lo que establecían leyes como la 44/2003 de Ordenación de Profesiones Sanitarias o la Ley 16/2003 de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud, quién nos dice ahora que esta sí se va a desarrollar y cumplir?

Pues nadie, evidentemente. Y es que en España ya se sabe que las leyes están para no cumplirse. Si ni siquiera la Administración lo hace...

2 comentarios:

  1. Ustedes mismos lo dicen: no se cumplirá y no pasa nada.

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  2. En este país fragmentado, descoordinado, cada vez más desigual (gracias al chollo de las Autonomías, que, de paso sea dicho, tanto despilfarro suponen) que siempre va a remolque de lo que otros países regulan (gracias que estamos en la UE), los políticos siempre han sido irresponsables, malos líderes, malos directores y malos gestores de lo público, motivo por el que tanto se ha perdido y cuan ineficiente es.

    A punto está al salir la Ley de Salud Pública de Andalucía, otro papel mojado como éste, lleno de declaraciones de intención, y que mucho dice pero nada aporta a la realidad.

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